Un sábado mientras estábamos en nuestras jornadas de adopción, recibimos un llamado: una perrita estaba en un canal de regadío que en cualquier momento podía subir y ahogarla. El llamado lo realizaron los inspectores de seguridad de la I. Municipalidad de Maipu.
Una perrita había sido atada a un puente, y dejada en el medio del canal de regadío que cada cierto tiempo se llenaba de agua. La perrita no tenía posibilidad alguna de escapar, primero porque no podía cortar con sus dientes el cordel por una parálisis y aunque así lo hiciera estaba rodeada de agua y en medio del canal.
- Cuando mira inclina la cabeza elevando el ojo bueno. El ojo mas abierto es el lado que tiene paralizado.Hoy “Pifia” es feliz.
Felizmente cuando llegamos al lugar un vecino había logrado bajar por la misma cuerda, y la había subido. Según relatos de vecinos la perrita había pasado 3 o 4 días en el canal, y por fortuna el canal no había sido abierto en ese periodo.
Al ser revisada por el veterinario el diagnostico fue muy triste: deshidratación severa, paralisis facila en el 50% de su cara, una fractura antigua en su cara producto de un golpe (probablemente eso le provocó la parálisis), un ojo malo, vejez y un tumor mamario de gran tamaño. Así entonces su nombre calló de cajón: “PIFIA”.
Hoy pifia está bajo el cuidado de EDRA, está feliz y tiene una vida cómoda aunque si grandes lujos. Lamentablemente no hemos podido sacarle el ojo malo ni el tumor por falta de recursos. Además es muy complejo que alguien la adopté por su condición, aunque no requiere cuidados especiales, no ladra ni corre, pero si juega y mueve la cola cuando le hablan.
“PIFIA” es feliz.
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