Cuando estábamos a punto de celebrar halloween, íbamos en la camioneta y se nos cruzó un perro de pequeño tamaño y en muy malas condiciones: tenía sarna, bajo de peso, sin dientes y con heridas visibles.
Lo bautizamos “Calabacín” y resultó ser un perro muy simpático casi sin dientes muy cariñoso. Y ahora ya está prácticamente recuperado teniendo muy pocas secuelas de la avanzada sarna que tenía y está esperando una familia que lo adopte