Hace un año una abuelita fue desalojada de la casa que arrendaba, junto a docenas de perros y gatos. Ella quedó viviendo en la calle, y a sus animales los tenía encerrados en pequeños caniles, enfermos, estresados y asustados. Fuimos muchos las que la ayudamos hasta dejarle un número reducido de animales (cerca de 6 a 8) para que pudiera recibir ayuda municipal para arrendar una casa dónde pudiera vivir con una cantidad prudente de perros y gatos. (Puede ver el articulo de esa fecha acá)
Pero pasó un año y la abuelita seguía en la calle, rechazando toda ayuda que le ofreció el municipio y con sus mascotas viviendo en condiciones muy precarias: atados buena parte del día, con los gatos en pequeñas jaulas (pese a que le construimos y entregamos una gatera grande que ya no tenía), y muy estresados.
Así fue como una vecina la denunció por maltrato animal. Llegó la PDI y le fueron incautados 8 perros y 4 gatos, de los cuales nos trajimos 4 perros y 4 gatos a nuestro refugio. Además tenía dos gatos muertos en cajas con aserrín y cal.
De los gatos, uno esta muy traumado al punto de no maullar ni moverse de una esquina. Otros dos gatos estaban encerrados y uno le pegaba al otro, el cual estaba delgado y muy resfriado. De los perros, una es una perrita con problemas cardíacos, con una fractura antigua que dejó su patita al revés y sorda; otra es una perrita ciega y con un problema de piel en sus orejas; y dos que están en mejores condiciones aunque algo estresados.
Lo primero que hicimos con los rescatados fue dejarlos en jaulas individuales para observarlos, salvo los dos gatos que ella tenía juntos y que pensamos se llevarían bien, pero rápidamente nos dimos cuentas que había que separarlos.
Trabajamos rápidamente para construir un canil, no muy grande por falta de espacio, tiempo y recursos, pero lo suficiente para que los perros estuvieran cómodos, con buenas casas y un sustrato adecuado para la viejita de la patita chueca. Los dejámos a los tres juntos salvo a la cieguita a la que le haremos un canil especial (además es algo cascarrabias con otros perros).
El médico veterinario Lorenzo Vargas, de la Clínica Rayen Mahuida de La Florida, al revisar a la perrita ciega y a la pati-chueca señaló que la primera tenía una quemadura de carácter químico en los ojos que la dejó ciega, y la pati-chueca efectivamente es cardiópata y deberá tomar remedio de por vida para su corazón, y no será necesario amputar su patita. El gatito resfriado deberá tomar antibióticos por un mes, pero saldrá adelante.
Por ahora somos depositarios temporales de estos perritos, en espera que el Juez decida su destino final (muy posiblemente los podremos dar en adopción), pues el proceso judicial recién comienza.
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