“La consideracion por la crueldad hacia los animales no humanos no es un fenómeno nuevo en nuestra sociedad, sino que ha sido objeto de reflexión desde los inicios mismos de la Filosofía, ya fuera como condena al trato cruel a seres sintientes o como preocupación por la expresión de comportamiento violento.
La posible conexión entre la violencia hacia animales y humanos fue apuntada ya por Santo Tomás, Locke o Kant y descrita desde un punto de vista psiquiátrico por Pinel. En los últimos tiempos, los casos de crueldad hacia animales, especialmente por parte de menores, han sido recogidos por los medios de comunicación, reavivando el debate sobre las implicaciones que se derivan y cómo debe actuar nuestra sociedad. La tragedia de los 15 perros mutilados en la perrera de Reus, fue el catalizador de una campaña liderada por la Fundación Altarriba gracias a la cual se modificó el Código Penal con lo que pasó a considerarse delito el maltrato injustificado y con ensañamiento según el artículo 337 del Código Penal, pero no existe la obligatoriedad de una evaluación psicológica, como sucede en otros países.
Los humanos tenemos una predisposición biológica para reconocer las necesidades emocionales de los otros (Hoffman, 19751), además de la capacidad de desarrollo de la empatía como un factor de cohesión con nuestros congéneres (Hastings, Zahn-Waxler, Robinson, Usher, & Bridges, 20002).”
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GEVHA Grupo para el estudio de la violencia hacia humanos y animales. www.gevha.com