Chile está lleno de perros: en las calles, plazas, cerros, parques, puentes, por todos lados. Si vemos una actividad pública siempre habrá un quiltro revolviéndola, en una marcha jugando con el chorro de agua del guanaco, en la parada militar, persiguiendo autos en un semáforo, tirados en el pasto del forestal, refrescándose en las piletas de plazas, cobijado bajo un paradero de micro, persiguiendo gaviotas en la playa, buscando calor en la salida del metro… por todos lados ellos mueven sus colas.Continúa leyendo este artículo.
En una conversación con la Municipalidad de Santiago, me contaba como unos perros de una esquina tenían de casero a una camioneta y le habían pinchado dos veces los neumáticos a puros mordiscos, aprovechando su detención en el semáforo (admito que me reí mucho cuando me contó).
Luego aparecen personas, solas o en “manada”, dando alimento y agua por las calles. Algunos les llaman “animalistas“, gente media loca, “la vieja de los perros” dicen, otros afirman que solo protestan.
Pero ¿que sería de la ciudad, si “está gente” no existiera?
Somos miles los defensores y rescatistas de animales que trabajamos por ellos y por la sociedad en forma anónima. Desde vagabundos borrachines a empresarios multimillonarios, pasando por dueñas de casa, secretarias, vendedores, profesionales y personas de los mas variados ámbitos; gente del campo o de la ciudad; gente del norte o del sur. Si pudiéramos sumar toda nuestra labor, podríamos jactarnos de haber esterilizado cientos de miles de animalitos, y de haber dado en adopción a muchos perros que de otro modo hubieran crecido en la calle. Somos culpables de la cantidad de perros que hay en las calles, porque sin nuestra labor habrían muchos más.
¿Se ha preguntado por qué se ven pocos cachorros en las calles? porque esa persona que Usted llama “La loca de los perros” seguramente ya esterilizó (con su dinero) a todas las perritas del sector, y si nacieron algunos cachorros ella misma les encontró hogar. Entonces, los perros que quedan en las calles son adultos, que en su mayoría tuvieron hogar pero fueron abandonados cuando crecieron, cuando rompieron algo, cuando eran viejitos, cuando se cambiaron de casa a departamento, cuando pasó la moda, cuando se dieron cuenta que hacía caca, cuando ampliaron la casa, cuando no tenían con quien dejarlo en vacaciones, cuando rompió las plantas, cuando nació la guagua…
Una perrita sin esterilizar, se reproduce rápidamente y en solo dos años, puede dejar 500 descendientes (hijos, nietos, bisnietos y tataranietos).
Somos miles los que trabajamos en forma silenciosa, pero normalmente la tele da pantalla a quienes protestan. El morbo vende.
Cuando nos vea en la calle junto a un quiltro,
sea dando alimento, dando agua, dando un remedio,
curando una herida, o simplemente jugando con él,
recuerde que Usted y nosotros queremos terminar con esa realidad,
terminar con ese sufrimiento, terminar con esa injusticia.
Apoye nuestra labor y trabajemos juntos.
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