Por redes sociales supimos de un gato blanco que tenía algunos problemas y decidimos ir a buscarlo. Luego de mucho buscar, no pudimos dar con el. Pero en nuestro recorrido, nos encontramos con otro gato: rubio, en los huesos, babeando muy mal y con fractura de mandíbula.
Su rescate fue sencillo, porque pese a su estado, era muy cariñoso y se dejo tomar sin problemas. Lo pusimos en una transportadora de las que siempre tenemos en la camioneta, y se fue a dónde la veterinaria.
Si bien necesita cirugía, sus pésimas condiciones hacen necesario engordarlo antes. Por lo cual a la fecha aun no ha sido operado, pero va subiendo de peso. Aun así, su diagnostico es reservado.