La gran cantidad de perros en las calles tiene un claro culpable: el abandonador. Pero como no lo vemos se le hecha la culpa a los animalistas. Y así estamos entrampados en una pelea estéril entre protectores de la fauna silvestre, criadores de ganado, gente que no le gusta o temen a los perros de la calle y animalistas. ¡¡¡¡Pero si todos queremos los mismo: no mas perros abandonados!!!
Así que dejamos un breve resumen de algunos perfiles típicos de abandonadores, esperando que las autoridades nos inviten a ser parte de la solución y/o consideren la prohibición de tener perros a esta gente:
- El “si ella no sale”. Tiene su perra sin esterilizar con la excusa de que no sale a la calle, hasta que se arranca (o un perro entra), se preña. Luego abandona los cachorros. Normalmente se le preña una y otra vez.
- El vendedor me lo recomendó. El vendedor, como buen negociante, le contó que el perro traía el diario, la leña, lava la loza, plancha la ropa y se pasea solo. Luego el perro crece, hace destrozos, no saben educarlo, y comienzan a dejar la puerta abierta “sin querer queriendo”, hasta que el perro se arranca y no se esfuerzan por buscarlo. Luego compran otro.
- El “mini toy”. Compra un perrito en la calle o comercio informal, y le dicen que será muy pequeño. Luego crece, crece, crece. Son perros destetados antes del mes de edad, por eso su reducido tamaño al momento de la venta. Al crecer no cumple con sus expectativas y lo deja salir a la calle para que pasee y regrese en la noche. Luego de un tiempo, no lo dejan entrar más a la casa, dejándolo a su suerte en la calle. Al poco tiempo compran otro “mini toy”.
- El me cambié a departamento. El perro le fue útil mientras servia para cuidar, pero al cambiarse no haya que hacer con el perro y deja la puerta abierta. Al llegar al dpto compra un “mini toy”, pero sucede lo que vimos en el N°3.
- El arrendatario que se va. Se lleva todo menos los perros, dejándolos en la casa que desocupo, y al llegar el dueño de la casa no ve otra alternativa mas que dejarlos en la calle.
- Los herederos. Se quedan con la casa y bienes de la herencia, pero los animales son un cacho. Así que a la calle.
- Los controladores de plagas. Ampliamente contratados por empresas para retirar sus perros e ir a botarlos lejos del sector.
- Los “vamos de paseo”. Y llevan al perrito, pero de regreso se les “olvida”. Frecuentes en zonas como el cajón del maipo, y ni decir en las playas y parques.
- El patio le quedó chico. Ampliaron la casa varias veces, hasta que el perro se quedó sin patio. Luego como no lo sacan a pasear, el perro se pone mañoso (y quien no en esas condiciones), así que justifican su abandono porque era un riesgo para los niños.
- El hace hoyos y ladra. ¡¡¡y que pretenden si es un perro!!! no se informaron antes de llevar un perro a su familia. Lo dejan a su suerte por ahí.
- La constructora . Se supone que llegaron solo mientras se construía la obra, pero sirvieron para cuidar durante la noche acompañando fielmente al rondin. Pero cuando la obra termina, son dejados a su suerte.
- Sale caro el veterinario. El perro tiene una enfermedad o sufre un accidente, y prefiere buscar otro antes que llevarlo al veterinario.
¿y que pasa con estos perros? Los Defensores y Rescatistas de animales se terminan haciendo cargo, con sus propios recursos (leer artículo “los animalistas culpables de la cantidad de perros que hay en las calles“), mientras está gente continúa impune. Urge una ley que prohíba a esta gente tener perros, que masifique la identificación por micro chip, que regule o prohíba la venta, que facilite la esterilización, que eduque en los colegios, que apoye las adopciones, y por sobre todo, que facilite, apoye y promueva la labor de rescatistas y municipalidades, que somos quienes hasta ahora estamos haciendo la pega.
¿conoces otros tipos de abandonadores? escríbenos y envíanos fotos y detalles de perros que fueron abandonados y tu rescataste.
